martes, 25 de agosto de 2009

Carta…Cuando hay que decir adiós…



Jamás me han gustado las despedidas...me siento frágil, insegura, e incapaz de decir adiós...Menos aún, si se tratan de despedidas para siempre...
...De ti no pude despedirme...no pude porque otros decidieron por ti y por mi, que no lo hiciera...fueron otros los que, creyeron tener derecho de apartarnos de tal importante momento...tu te fuiste...yo...yo me quede...hasta cuando?, no lo sé...lo importante es que estoy aquí...sin ti...sintiéndote en mis sueños...porque tu recurres a ellos, y vienes, y te muestras, pálido, un tanto desdeñado...pero en tu impecable ropa, que no mencionaremos, para no ser discriminados por tu profesión...cada vez que has venido...lloro...lloro de tristeza, porque, en mis sueños estás tan vivo!!!...y cuando despierto, el dolor vuelve a mi corazón, me inunda en los ojos, y en la voz, no puedo evitar cada vez llorar más y más...hay días que me siento liberada...liberada del dolor...de la pena...de la tristeza...pero mírame, vuelvo a recordarte, vuelvo a llorar...vuelven los sentimientos de tremendo dolor, por no haberte dicho adiós...
Se que no fuiste un hombre perfecto, porque la perfección no existe...y eso lo se de muy niña...lo aprendí a sollozos, pero, lo aprendí...por eso, no resaltare en esta carta tus grandes cualidades, pues, no voy a mentir...sin embargo, ame tanto la idea que representabas, y a ti mismo...fuiste todo para mi...un héroe...quizás...
Lo cierto es, que ya no quiero sufrir mas...quiero perdonar a quienes arrebataron de mi el derecho de poder despedirme de ti, el haber acariciado tu cara, tu piel, tan suave, tan blanca...yo llevo la misma...haber podido acariciar tu poco cabello, rojizo, un poco canoso...el mismo rojo que yo llevo...quiero, más allá de perdonar, quiero despedirme...se que debo dejarte ir...pero cuanto cuesta!!! OH cuanto cuesta!!!...pero, lo necesito...lo necesito para poder seguir en mi camino...tu vienes por las noches...a mis sueños...vienes...y no dices nada...solo me miras...con tus ojos enjugados en lágrimas...con tu aspecto pálido y desdeñado...me pides que te abrace...me pides en silencio que te deje ir...lo cierto es que no quiero...pero se que debo hacerlo...
No quiero terminar mi carta…no quiero...porque esta es la despedida que he escogido hacer...este es mi adiós...podrá algún día sanar mi corazón?...podrá algún día encontrar reposo mi alma?...tengo que dejarte ir…tengo que soltarte...tengo que aprender a vivir, con tu recuerdo...y con el amor, que alguna vez, pudiste demostrar hacia mi...
Me niego, me niego, pero...debo dejarte...debo decirte adiós...debo decir...hasta siempre!!!

Dedicado a mi abuelo, Emilio, quién descansa sus ojos, y su alma vuela libre en las playas de Las Rocas de Santo Domingo...y de quien no he podido vivir mi duelo... “Este es mi adiós tata...mi hasta siempre”

1 comentario:

Anónimo dijo...

EMI DEMASIADO BELLO,ME EMOCIONE MUCHO,HACE POCO TIEMPO SE FUE MI ABUELA LA MUJER MAS MARAVILLOSA QUE HE CONOCIDO LA UNICA CAPAZ DE AMARME INCONDICIONALMTE,LA EXTRAÑO TANTO,QUE TUS PALABRAS ME IDENTIFICARON COMPLETAMENTE..FELICITACIONES AMIGA Y YO FELIZ DE HABER CONOCIDO A UNA TAN BELLA PERSONA COMO LO ERES TU ...
PAMELA.